Add parallel Print Page Options

21 Por eso tú, que estás afligida, y que sin haber tomado vino estás borracha, escucha bien esto: 22 Así ha dicho el Señor tu Dios, el Dios que aboga por su pueblo:

«Ya he quitado de tu mano el cáliz de aturdimiento, y la última gota del cáliz de mi ira. Nunca más volverás a beberlo. 23 Ahora lo pondré en las manos de los que te afligieron; de aquellos que te dijeron: “Inclínate, que vamos a pasar por encima de ti.” Y tú les serviste de suelo, y fuiste para ellos el camino por el que pasaron.»

Read full chapter